Los 187 países que forman parte del Convenio de Basilea han modificado recientemente este tratado para regular el tráfico internacional de residuos plásticos. Este tratado ambiental global está vigente desde 1989 y restringe la exportación de residuos peligrosos entre los países firmantes del convenio y lo prohíbe a los países no firmantes. El objeto es evitar la exportación de residuos peligrosos a países o instalaciones sin capacidad para tratarlos en condiciones seguras, de modo que no afecte al medio ambiente y a la salud de las personas.
Hasta esta modificación, los plásticos se englobaban en una única categoría, de manera que no estaban sujetos a los procedimientos de notificación y autorización previa. Esto suponía que podían ser trasladados entre países sin necesidad de autorización por parte de las autoridades competentes. Este artículo de El País en el que colabora ASEGRE lo explica más en detalle.
Ahora, con la enmienda introducida, se producen tres modificaciones:
1) Modificación de la definición de lo que son plásticos no peligrosos. Son aquellos plásticos que están libres de contaminantes, no están mezclados con otro tipo de residuos y van a ser destinados a ser reciclados de manera ambientalmente correcta. Estos plásticos seguirán siendo trasladados sin necesidad de autorización por parte de las autoridades competentes al no estar sometidos al procedimiento de notificación y autorización previa.
2) Nueva categoría para los plásticos peligrosos. Son aquellos que incluyen mezclas de plásticos, plásticos contaminados o que contienen características de peligrosidad. Estos plásticos están sometidos al procedimiento de notificación y autorización previa de acuerdo a lo establecido en el Convenio de Basilea, por lo que es necesaria la autorización de las autoridades competentes para poder ser trasladados.
3) Nueva categoría para los plásticos que requieren de una consideración especial. Son mezclas de residuos plásticos, que excluyen las anteriores dos categorías. Requerirán del procedimiento de notificación y autorización previa para su traslado.
La contaminación por plásticos es un problema ambiental de preocupación mundial. Se calcula que 100 millones de toneladas de plástico se encuentran en los océanos. Por este motivo, también la Unión Europea ha dado un paso importante en el mes de mayo al prohibir los plásticos de un solo a partir de 2021. Se trata de artículos de plástico de usar y tirar como platos, cubiertos, pajitas para beber, bastoncillos de algodón y envases de poliestireno para alimentos, con el objetivo de reducir su impacto en el medio ambiente.
Nuestro secretario general, Luis Palomino, analiza esta medida para los informativos de Telemadrid:
Esta medida restrictiva del comercio de residuos plásticos tendrá una importante repercusión en la gestión de este tipo de residuos. Próximamente se decidirá si se aplica también a los traslados entre miembros de la OCDE y de la Unión Europea.
En ASEGRE, los gestores de residuos trabajamos de manera constante para mejorar la calidad de los plásticos que reciclan, de forma que se puedan equiparar al plástico virgen. No debemos olvidar que la Unión Europea trabaja en el objetivo de que el 100% de los plásticos en 2030 sean reciclables.