La base de datos europea sobre sustancias peligrosas en los productos crece en uso y recursos

La base de datos europea sobre Sustancias Preocupantes en Productos (SCIP), puesta en marcha por la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA), ya tiene una trayectoria de más de un año. Desde comienzos de 2021, las empresas que comercializan productos en el mercado europeo están obligadas a alimentarla con información sobre aquellos artículos que contengan sustancias clasificadas como extremadamente preocupantes (SVHC). Ahora se puede conocer mejor la peligrosidad de los residuos con SVHC y, por tanto, recogerlos y tratarlos de forma más segura para las instalaciones y el personal de las empresas de gestión.

Recientemente, la ECHA ha hecho público que alrededor de 7.000 empresas de la Unión Europea han cumplido con éxito su obligación de notificación de estos productos y la base de datos de Sustancias Preocupantes en Productos (SCIP) ya muestra siete millones de notificaciones de artículos. Esta base de datos permite buscar por nombre de artículo o marca, categoría de producto, tipo de material o nombre químico. La mayoría de las notificaciones provienen de empresas de Alemania, Italia y Francia. En el caso de España, ocupa la sexta posición con 315 empresas. Además, el 77 % de los datos recibidos se han enviado mediante el servicio de sistema a sistema, que permite a las empresas preparar los datos con sus propias herramientas informáticas y enviarlos automáticamente a esta base de datos.

En 2022, la ECHA quiere seguir mejorando la forma en que se muestra la información en la base de datos para que el sistema sea más estable y ayude a los grupos de interés con materiales de apoyo, servicio de asistencia técnica y eventos. En este sentido, el pasado mes de diciembre esta agencia organizó un seminario web donde explica cómo los gestores de residuos pueden aprovechar al máximo el portal de difusión de la SCIP.

Se pueden descargar las presentaciones del webinar en este enlace. Además, los gestores de residuos pueden encontrar en la página web de la ECHA una sección con información adicional y ejemplos concretos que ayudan a potenciar y mejorar las prácticas actuales en materia de gestión de residuos.

La base de datos SCIP está relacionada con el Reglamento (CE) nº 1907/2006 sobre Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de sustancias y mezclas químicas (REACH), que entró en vigor el 1 de junio de 2007. El REACH tiene como objetivo principal mejorar la protección para la salud humana y el medio ambiente frente al riesgo que puede conllevar la fabricación, comercialización y uso de las sustancias y mezclas químicas. Con ello se contribuye al cumplimiento de los objetivos en materia de economía circular porque permite rastrear los productos hasta que alcancen su clasificación como residuos. Además, permite la innovación y aparición de nuevas tecnologías de tratamiento de residuos.

Hay que destacar que la nueva Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, incluye en su artículo 18.5 la obligación de subir toda esta información a la base de datos SCIP: “Para fomentar la reducción del contenido de sustancias peligrosas en materiales y productos, a partir del 5 de enero de 2021 todo proveedor de un artículo, tal como se define en el artículo 3.33, del Reglamento (CE) n.º 1907/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 18 de diciembre de 2006, deberá facilitar la información de conformidad con el artículo 33.1, de dicho Reglamento, a la base de datos creada a tal efecto por la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas, con el contenido y formato determinado por esta.”