El municipio gallego de Villagarcía de Arosa cuenta con un puerto marítimo que ha estado regenerando el espigón para evitar su hundimiento. Para ello, la Autoridad Portuaria de Villagarcía realizó un vertido de materiales procedentes de las obras de extensión de la línea ferroviaria. La Autoridad Portuaria alegó que los materiales empleados no eran contaminantes. Sin embargo, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha emitido un informe en el que afirma que el relleno se realizó con residuos de construcción y demolición, compuestos en su mayor parte de tierra y arcilla mezclada con restos de asfalto, hormigón, plástico y madera.