El objetivo general de este protocolo es mejorar la gestión de los residuos de construcción y demolición y la calidad de los materiales reciclados a partir de estos residuos, se enmarca en el paquete de Economía Circular,
El protocolo ha sido desarrollado mediante aportaciones independientes y está dirigido a:
- profesionales de la demolición y de la construcción,
- actividades de tratamiento de residuos, transporte y logística;
- administraciones públicas especialmente ayuntamientos;
- organismos de certificación de calidad para edificios e infraestructuras;
- y clientes de RCDs.
Entre las cuestiones específicas destacamos la identificación de los residuos peligrosos en las actividades de demolición, para de esta forma asegurar su extracción y adecuada gestión, y que no acaben mezclados en el resto de los residuos de construcción y demolición.
Las principales razones de esta forma de actuar son la seguridad de los trabajadores y la calidad de los materiales susceptibles de reciclar. También se deben considerar razones de tipo ambiental y legal, puesto que la mezcla y dilución de residuos peligrosos con otros tipos de residuos está expresamente prohibida por la legislación de residuos.